La noche estaba azul. La noche
en que los muertos
venían a respirar
bajo los árboles.
La noche estaba azul
y ofrecía la misma solidez
de los sembrados,
mientras agonizaban
las últimas hogueras ...
Se olvidaban los caminos
de la lluvia
y soñaban las ventanas
estar a muchas horas
de la vida.
Todavía no era el silencio.
Solamente una fusión
de miedo y aire. Un río
que se detiene para verse.
La noche estaba azul
cuando los gallos
despertaron a una voz
la lejanía.
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