A veces encontrábamos un árbol
o un silencio de pisadas
en la sombra.
A veces sentíamos la muerte
nacer entre los bloques,
y un aroma
semejante a las raíces.
Encontrábamos la vida
en negros sueños
y olvidábamos el odio
y el acero.
El carbón, bajo la luz,
se vuelve amigo.
Se desprende de sí mismo
y nos da golpes.
A veces encontrábamos un árbol
o el tiempo adormecido
en una concha.
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